La familia de Ismael Ureña Pérez, un joven prospecto fallecido esta semana, específicamente el 14 de noviembre, vive momentos de angustia tras denunciar que su muerte habría sido causada por sustancias para mejorar el rendimiento, supuestamente inyectadas en un programa de béisbol dirigido por el entrenador Yordy Cabrera. Desde entonces, han recibido amenazas de muerte, según denunció su hermano mayor, Joel Ureña.
Joel relata que han recibido mensajes intimidantes, como: «Cuando nosotros salgamos, nos van a entrar a palos, que no nos pueden ver en la calle». Por temor a estas amenazas, la familia ha optado por mantenerse en su hogar en el distrito municipal San Luis, provincia Santo Domingo, mientras esperan justicia.
“Le avisamos a esas personas que nos están amenazando que a nosotros no nos puede pasar nada, que lo único que queremos es justicia”, declaró Joel.
La madre del joven, Iris Pérez, expresó su dolor y exigió justicia al señalar: «No fue un perro que él mató, es justicia lo que yo quiero». También lamentó que Cabrera, quien dirige el programa de béisbol donde participaba Ismael, no haya enfrentado a la familia tras lo sucedido. Según Pérez, “Si él nos hubiera dado el frente, todo hubiera estado bien. Pero no lo hizo, y queremos justicia”.
Los dolientes sostienen que en la querella presentada ante la Fiscalía de Santo Domingo Este se acusa a Yordy Cabrera de violar varias leyes, incluyendo artículos del Código Penal Dominicano y la Ley de Salud (42-01), además de normativas sobre derechos de menores y sustancias controladas.
Mientras tanto, los Gigantes del Cibao informaron que Cabrera no ha jugado en esta temporada debido a una lesión, pero sigue siendo parte de la reserva del equipo. Los seres queridos de Ismael aseguran que llevarán el caso hasta las últimas consecuencias legales, mientras el dolor y la exigencia de justicia persisten en medio de las amenazas y la incertidumbre.