La campaña de Kamala Harris ha logrado un hito significativo en su esfuerzo por la presidencia, superando los 500 millones de dólares en recaudación justo antes de su discurso de aceptación en el United Center de Chicago. Según Jen O’Malley Dillon, jefa de campaña de la vicepresidenta, “inmediatamente después del discurso, tuvimos nuestra mejor hora de recaudación desde el lanzamiento de la campaña”. En la actualidad, la cifra asciende a 540 millones de dólares, muy por encima de los 327 millones reportados por la campaña de Donald Trump a principios de agosto.
El respaldo financiero hacia Harris se ha intensificado desde que el presidente Joe Biden anunciara el 21 de julio que se retiraba de la contienda electoral, apoyando rápidamente a la vicepresidenta. Durante la Convención Nacional Demócrata celebrada la semana pasada en Chicago, donde Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, aceptaron sus nominaciones, se observó un notable aumento en las donaciones.
Por su parte, aunque Donald Trump ha demostrado ser un fuerte recaudador de fondos, su campaña parece estar rezagada frente al ritmo de Harris. Los republicanos informaron haber recaudado 138,7 millones de dólares en julio, una cifra inferior a la recaudada por Harris durante la primera semana de su candidatura presidencial. Según O’Malley Dillon, casi un tercio de las contribuciones de la semana de la convención provienen de personas que donan por primera vez, con un 20% de estos nuevos contribuyentes siendo jóvenes y dos tercios, mujeres. Estos grupos son considerados esenciales por el equipo de campaña de Harris para asegurar la victoria en noviembre.
Además, el equipo de Harris ha destacado un aumento significativo en el apoyo voluntario. Durante la semana de la convención, cerca de 200 mil simpatizantes se registraron para colaborar en la campaña, reflejando un compromiso creciente con la candidatura de la vicepresidenta.