Los Extraterrestres de Nibiru según Zecharia Sitchin

Extraterrestres de Nibiru según Zecharia Sitchin

En la década de 1970, Zecharia Sitchin, un autor ruso-estadounidense, revolucionó la forma en que muchos interpretan los antiguos mitos y textos sumerios al proponer una teoría controvertida: los Anunnaki, una raza de dioses mencionados en las antiguas tablillas de Mesopotamia, eran en realidad seres extraterrestres provenientes de un planeta desconocido llamado Nibiru. Sitchin presentó esta teoría en su libro El Duodécimo Planeta (1976), dando origen a una serie de especulaciones que han capturado la imaginación de muchos.

Los Anunnaki y el Oro de la Tierra

Nibiru según Zecharia Sitchin

Según Sitchin, los Anunnaki llegaron a la Tierra hace unos 500,000 años con un propósito claro: extraer oro. El oro, según la teoría, era necesario para la supervivencia de su civilización en Nibiru, ya que podría ser utilizado para reparar la atmósfera dañada de su planeta. Los Anunnaki, dotados de una tecnología muy avanzada, comenzaron a explotar los recursos de la Tierra, pero pronto se enfrentaron a un problema: la tarea era ardua y requería una gran cantidad de mano de obra.

Para resolver este problema, Sitchin sugiere que los Anunnaki modificaron genéticamente al Homo erectus, una especie primitiva de humanos, para crear al Homo sapiens, los humanos modernos. Estos humanos, producto de la ingeniería genética, fueron diseñados para servir como esclavos, trabajando en las minas de oro bajo las órdenes de sus maestros extraterrestres.

El Diluvio y el Abandono de la Tierra

La teoría de Sitchin también conecta a los Anunnaki con uno de los eventos más cataclísmicos de la historia humana: el Diluvio de Noé. Según Sitchin, el deshielo de los glaciares antárticos provocó un diluvio global que destruyó gran parte de las bases que los Anunnaki habían establecido en la Tierra. Este desastre obligó a los Anunnaki a abandonar temporalmente el planeta. No obstante, antes de irse, los Anunnaki enseñaron a los humanos las técnicas agrícolas para asegurar su supervivencia.

Los Anunnaki y las Grandes Construcciones del Mundo Antiguo

Ronald H. Fritze, un historiador que ha analizado las obras de Sitchin, señala que este autor atribuía a los Anunnaki la construcción de muchas de las estructuras más monumentales del mundo antiguo, incluyendo las pirámides de Egipto. Según Sitchin, estas obras arquitectónicas, que parecen desafiar las capacidades de las civilizaciones antiguas, solo podrían haber sido construidas con la ayuda de tecnologías extraterrestres avanzadas.

Híbridos Humano-Alienígenas: Un Legado que Perdura

Sitchin también sugirió que, antes de abandonar la Tierra, los Anunnaki dejaron atrás una población de híbridos humano-alienígenas. Estos seres, resultado de la mezcla entre los Anunnaki y los humanos, podrían estar viviendo entre nosotros hoy en día, sin ser conscientes de su herencia extraterrestre.

Esta idea, aunque ampliamente rechazada por la comunidad científica, ha sido un pilar en la mitología moderna de los antiguos astronautas, un campo de estudio que explora la posibilidad de que la Tierra haya sido visitada por seres de otros planetas en la antigüedad.

El Retorno de los Anunnaki

En su libro de 2007, El Fin de los Días: Armagedón y la Profecía del Retorno, Sitchin predijo que los Anunnaki podrían regresar a la Tierra tan pronto como en 2012, coincidiendo con el final del calendario de la Cuenta Larga mesoamericana. Aunque esta predicción no se cumplió, la expectativa de un posible retorno de estos seres sigue siendo un tema fascinante para muchos.

Conclusión

Las teorías de Zecharia Sitchin sobre los Anunnaki y su relación con la historia de la humanidad han sido objeto de debate y controversia. Aunque no cuentan con el respaldo de la comunidad científica, han alimentado la imaginación de aquellos que buscan respuestas alternativas sobre el origen de la humanidad y su conexión con los misterios del universo. Ya sea que uno crea o no en estas teorías, el legado de Sitchin continúa inspirando a quienes exploran los límites de la ciencia y la mitología.