Nazario Mercedes, acusado de terminar con la existencia de al menos seis mujeres y de eludir a las autoridades durante casi tres décadas, negó las acusaciones que pesan en su contra. Esto ha sorprendido a los medios de comunicación y a la comunidad dominicana, pues se recuerda este mismo confesado supuestamente sus crímenes al momento de ser detenido por la Policía Nacional en relación con un reciente feminicidio ocurrido el 6 de noviembre en Villa Altagracia, San Cristóbal.
Al llegar a la Oficina de Atención Permanente en Villa Altagracia, el individuo en cuestión, conocido como “Bolívar”, mantuvo su inocencia y mostró tranquilidad frente a las graves imputaciones.
Su representante legal, Juan Moreno Severino, cuestionó la validez de la confesión de Mercedes, señalando que fue realizada sin la presencia de un abogado, lo que podría afectar su legalidad en el proceso.
Víctor Cáceres, vocero de la Dirección Regional Cibao Sur, confirmó que Mercedes mencionó al menos seis víctimas durante su interrogatorio. Los asesinatos, según la confesión de Mercedes, comenzaron en 1995 con una mujer identificada solo como Yanet en Ingenio Quisqueya, San Pedro de Macorís.
Otra víctima, Diana Carolina Lorenzo Medina, fue asesinada en 2008 en esa misma localidad. En 2014, Rosa María Peralta fue agredida en Hato Viejo, Maimón, aunque sobrevivió tras recibir ayuda médica.
Darmelin de los Santos Ramírez habría sido asesinada en Rancho Arriba, San José de Ocoa, en 2022, mientras que en 2023 Mercedes presuntamente mató a una mujer haitiana indocumentada.
El periodista Ramón Tolentino, en su intervención en el programa Esto No Es Radio, profundizó en el caso de Nazario. Durante su análisis, Tolentino presentó detalles del expediente de Mercedes y confirmó que el acusado confesó sus crímenes.
Además, el comunicador describió los casos y mencionó que la víctima con más edad, identificada, tenía solo 33 años al momento de su asesinato.
Tolentino cuestionó duramente la eficacia del sistema judicial dominicano en relación con este caso y criticó la falta de penas más severas para crímenes de esta magnitud, como la cámara de gas o la pena de muerte, opciones inexistentes en la República Dominicana.
Subrayó que, actualmente, la pena máxima en el país es de 30 años de prisión, lo que ha generado debate sobre la necesidad de reformas en la justicia para casos extremos como este.
Este caso ha causado consternación en la comunidad, y las autoridades se preparan para el juicio en medio de gran expectación.