Un reciente descubrimiento en Kenia ha proporcionado nuevas evidencias que podrían cambiar la comprensión de la evolución humana. Arqueólogos han desenterrado una mandíbula perteneciente a una especie de hominino antiguo que habitó la Tierra al mismo tiempo que algunos de los primeros antepasados humanos. Este hominino, conocido como Australopithecus anamensis, había sido previamente considerado como un descendiente de los primeros homininos. Sin embargo, este nuevo fósil sugiere que en realidad podría haber coexistido con una de las líneas más antiguas de homininos.
En la evolución de los homininos, se reconocen generalmente tres grupos principales, siendo los homininos basales los más antiguos. Estos fueron seguidos por las especies del grupo australopitecos—que incluye a Au. anamensis y Au. afarensis (famoso por el icónico espécimen conocido como “Lucy”)—que eventualmente dieron origen a las primeras líneas de Homo.
El registro fósil muestra que el primer hominino basal fue Sahelanthropus tchadensis, que vivió hace entre 6 y 7 millones de años en la actual Chad. Posteriormente, en Kenia, surgió Orrorin tugenensis, seguido por Ardipithecus ramidus en Etiopía, entre hace 4.5 y 4.3 millones de años.
Hasta ahora, se creía que Au. anamensis había aparecido después de Ar. ramidus, con fósiles encontrados en Kenia y Etiopía que datan de hace 4.2 millones de años. Sin embargo, un análisis reciente de una mandíbula de Au. anamensis descubierta en Turkana Este, Kenia, en 2011, indica que este individuo vivió hace 4.3 millones de años, coexistiendo así con los últimos ejemplares de Ar. ramidus.
A pesar de que el nuevo espécimen es solo 100,000 años más antiguo que los otros restos de Au. anamensis encontrados en la región, este descubrimiento amplía la cronología conocida de la especie, sugiriendo que los primeros australopitecos coexistieron temporalmente con los homininos basales en el Plioceno temprano.
Los autores del estudio, publicado en la Revista de Evolución Humana, admiten que sus conclusiones no son definitivas. Sin embargo, plantean que Ar. ramidus podría no haber sido el ancestro directo de Au. anamensis. En lugar de eso, Au. anamensis podría ser un taxón “hermano” estrechamente relacionado con los homininos basales.
Este hallazgo subraya lo incompleta que sigue siendo nuestra comprensión de la evolución humana y sugiere que la narrativa ordenada que se ha aceptado durante tanto tiempo podría ser mucho más compleja de lo que se pensaba.